lunes, 28 de marzo de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "LA SERIE DIVERGENTE: LEAL"

Tercera entrega de la serie Divergente, ciencia ficción en un mundo distópico hecha y pensada para el público joven y que ha funcionado bien en taquilla. A pesar de no haber visto las anteriores en cine las visioné no hace mucho en televisión, por lo que decidí pasar por caja con esta primera parte del final.


Ya que como sucedía con otros grandes éxitos del cine adolescente, la serie está basada en unos populares libros, en este caso Veronica Roth, y los avistados productores han decidido dividir la última novela en dos partes para conseguir mayor rédito económico, cosa que inició la productora Summit Entertaiment con "Amanecer", final de la serie "Crepúsculo", que casualmente es la misma que en la serie "Divergente" y que hizo lo mismo Lionsgate con "Sinsajo" de "Los juegos del hambre", de la que se ha dicho que "Divergente" es una especie de hermana menor.
Y es cierto que hay paralelismos entre una y otra, ya que lo que se contaba en las anteriores era una especie de "mundo feliz", donde la libertad no existe y todo el entramado se sostiene con un curioso sistema de facciones comunitario pero separado, donde una de ellas intenta dominar a las demás mediante el uso del terror, pero aparecen unos seres llamados divergentes que poseen cualidades de todas ellas y ponen en peligro el orden establecido. Como se pueden ver los temas de siempre: libertad contra seguridad, individualidad contra colectividad y la lucha contra el opresor, algo así como democracia contra dictadura, cosa que funciona muy bien en países de órbita capitalista, con Estados Unidos a la cabeza y seguido de todos los de cultura occidental y judeo-cristiana y que como es evidente no gustará a los amantes del comunismo, democracias con apellidos (popular, real...) y políticas similares, ya que entiendo que un islamista o un señor de la guerra africano no verá la cinta, y que como ha sucedido siempre en la ciencia ficción toma como excusa este tipo de mundos futuros o irreales para contar cosas del presente, por lo general injusticias y que tiene como principal valedor a Neill Blomkamp con sus interesantes denuncias del apartheid o la inmigración ilegal. Es evidente que "Leal" no llega a las cotas del director sudafricano pero la historia se deja ver y uno puede pasar un rato agradable, que ya es mucho.
Deudora de "Un mundo feliz" de Aldous Huxley pero sin demasiada profundidad, todas las películas se centran más en la acción que en la denuncia propiamente dicha, ya que no evitan el maniqueísmo y así los malos suelen ser muy malos y los buenos muy buenos, osados y valientes frente a cobardes y psicópatas. De hecho hay una escena que resume esto a la perfección donde el protagonista masculino manda un mensaje a su novia y para engañar al malvado le dice al emisor de dicho mensaje que no está porque le abandonó, sabiendo que su "chica" no va a creer que él "dejase tirado" a nadie. Todo muy obvio. Sí no se le da demasiadas vueltas al argumento cuenta valores universales y se deja ver. Otra secuencia interesante es ver lo que sucede cuando se deja el poder a las masas, aquí llamados "abandonados", un sector de la sociedad que no pudieron entrar o mantenerse en una facción y que al controlar la justicia, eliminan al resto mediante juicios-farsa y controlando la opresión y el terror, algo que por cierto siempre he pensado y que con el auge del populismo y la denuncia de los métodos opresores del estado lo único que pretenden es ser ellos quien tenga el monopolio de la violencia, con la salvedad es que en una democracia suele estar más o menos legislado y el individuo importa algo mientras que en estos movimientos justificarían cualquier acción en aras del bien común sobre la persona y por lo tanto el estado utilizará el terror para conseguir sus logros.
Con sus defectos, que con el frío análisis son muchos, el largometraje se deja ver, está bien realizado por el alemán Robert Schwentke y la pareja protagonista Shailene Woodley y Theo James tiene la suficiente química que combina con unos secundarios acertados con nombres de peso como Naomie Watts o Jeff Daniels, faltan Kate Winslet o Ashley Judd entre los veteranos o un magnífico Miles Teller entre los jóvenes, además del descubrimiento de Zoe Kravitz, hija de Lenny Kravitz y Lisa Bonet y que a pesar de su papel "florero" tiene un magnetismo que pienso que en un futuro próximo puede convertirse en estrella. Veremos que sucede con ella y con el final de la serie. Eso será el año que viene.

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