viernes, 8 de julio de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "SCORPIONS (CÓRDOBA 02-07-16)

Una crónica sobre el concierto que Scorpions perpetraron en la ciudad de Córdoba, dentro de una nueva edición del Festival de la Guitarra de dicha ciudad andaluza, junto a los suecos Sabaton y los locales medina Azahara y que he escrito en la caravana del Rock. El original se puede leer aquí



Un concierto muy especial el celebrado por los germanos SCORPIONS el 2 de julio de 2016,en la Plaza de Toros de Los Califas dentro del Festival de la Guitarra de Córdoba, una extraordinaria forma de atraer turismo en temporada baja, pues hay que reconocer que asistir a un directo con alerta naranja por calor es lo más parecido al masoquismo. Y encima la mayor parte del público de negro y pantalones largos entre el público masculino, pues siempre me ha parecido increíble que hombres adultos puedan vestir pantalones cortos u otras prendas similares. Así que sobre las seis de la tarde ya se producían las primeras colas para entrar al Sabatoncoso taurino a esperar bajo el sol, pues la primera banda telonera no comenzó hasta las 19.45 con los suecos SABATON, banda de power metal de tintes bélicos que ahora mismo son de los nombres más importantes dentro del heavy, y que encandilan a unos cuantos conocidos a los que respeto su criterio y saber musical, aunque su directo me deje frío, con esos teclados pregrabados que me distancia de su actuación. Cuarenta y cinco minutos que repasaron buena parte de su trayectoria desde el “Ghost división” con el que comenzaron hasta el “Primo victoria” con el que concluyeron, ante un infernal calor y bromas de su cantante  Joakin Brodén sobre el frío que le recordaba a su Suecia natal. Tras los escandinavos, llegaban los locales MEDINA AZAHARA, con su eterno cantante Manuel Martínez y ese extraordinario guitarrista que es Paco Ventura. Temas clásicos coreados por la multitud como “Necesito respirar”, “Velocidad”, “Todo tiene su fin” o “Córdoba” e interpretados con su gusto y clase de siempre. Te pueden gustar más o menos, pero en lo suyo son de los mejores.
Medina Azahara
Los de Hannöver salieron a escena más de media hora tarde, coincidiendo con el final de los noventa minutos del partido de la Eurocopa que enfrentaba a Alemania e Italia. ¿Casualidad?. El caso es que un público que mezclaba varias generaciones, disfrutó con los que ofrecieron los teutones, con un escenario en dos alturas con enorme pantalla trasera, flanqueada por dos laterales y una más pequeña en el interior del escenario. Entrada con uno de los nuevos temas de su reciente “Return to forever”; el single “Going out with a bang”, que dejó paso a dos “pelotazos” del “Animal magnetism” como “Make it real” y “The zoo”, al que siguió el “Coast to coast” como muestra del “Lovedrive”, con el momento de lucimiento para Rudolf Schenker, aunque acabasen los cuatro en la pasarela finalizando este tema instrumental. Sí, escribo los cuatro pues a Schenker, jabs y Maciwoda, hay que sumar a Meine con una tercera guitarra. Medley setentero para continuar con “Top of thebill”, “Steam rock fever”, “Speedy´scoming” y “Catch your train” donde ahora el lucimiento llegaba para Mathias Jabs, rememorando al Uli John Roth de esos años. La cosa “flojeaba algo”, tanto como para que apareciese la bandera española en las pantallas para enervar a la masa, con el tema nuevo “We built this house” y “Delicate dance” y en ese ambiente más decaído llegaba el momento de las baladas con el quinteto, de nuevo, en la pasarela con “Always somewhere” del “Love drive”,la menos inspirada “Eye of the storm” del nuevo álbum y “Send me an angel”, otro de sus hits del “Crazy world”, donde se pudo comprobar que Klaus Meine sigue poseyendo una voz desgarradora, cuidada y con todos sus recursos intactos, que sumado al talento a las seis cuerdas de Mathias Jabs y la sempiterna Flying V de Rudolf Schenker, en las baladas con una acústica con su característico diseño en flecha, lucen como el bajo de Pawel Maciwoda y la batería del gran Mickey Dee que desde la muerte de Lemmyy la desaparición de Motörhead, se encuentra inmerso en varias giras con grupos diferentes como Scorpions o ThinLizzy (o lo que queda de ThinLizzy).
Scorpions
Tras el momento íntimo del  baladón del “Crazy world”, llegaba el éxito de ese disco con el medio tiempo “Wind of change” cantada por el respetable como si de un himno se tratase y las pantallas emitiendo el símbolo de la paz. Hay que reconocer que el espectáculo visual estuvo trabajado y bien enlazado entre canciones. “Rock and Roll band”, un prescindible tema del “Return to forever” dejaba paso al “Dynamite”, primer “pildorazo” de esa joya que es “Blackout” y “In the line of fire”, el punteo virtuoso de Mathias Jabs que lleva al solo de batería de Mickey Dee que ofreció algo que solo se va a ver en este concierto, pues comenzó tocando con la batería elevada y al bajar apareció un cuadro flamenco de tres “bailaoras” y un bailarín al compás del ritmo. Todos nos preguntamos qué había sucedido pero la respuesta la encontré al día siguiente al comer en ese templo de la gastronomía cordobesa como es Bodegas Campos, restaurante que recomiendo a todo aquel que pase por la ciudad de los Omeyas,donde sus dueños y maitre me explicaron que la banda cenó el viernes y tras firmar en una de sus botas, se enamoraron del cuadro flamenco del local y decidieron llevarlo a su directo al día siguiente. Una idea cuanto menos original. Tras el guiño a Andalucía, llegaba la traca final con “Blackout” y “No one like you” que dejaban paso a esos himnos imperecederos del “Love at  firststing” como “Big city nights” y los bises con la inmortal balada “Still loving you” y “Rock you like a hurricane”. Un concierto solvente, y a pesar de las críticas de otras personas a las que respeto, y mucho, su opinión, sigue demostrando que Scorpions siguen en un estado de forma admirable. Me gustan y no me canso de verlos. En una hora y cuarenta minutos de actuación que dejaron claro que siguen siendo leyendas en esto del hard rock.
Scorpions

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