viernes, 1 de julio de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "DIOSES DE EGIPTO"

Una superproducción que tiene todos los mimbres para convertirse en un extraordinario fracaso en taquilla, ya que los presupuestos elevados suelen nutrirse de historias que conozca la gente, por lo que últimamente suelen ser comics, de más o menos valor, pero que son reconocidos, pues tenemos el caso de "John Carter" que naufragó en su recaudación.

"Dioses de Egipto" intenta dar otra "vuelta de tuerca" a la antigüedad del pais norteafricano, con una historia ambientada en un mundo de fantasía pero con los decorados de las pirámides como "telón de fondo" y unos mortales y dioses humanizados que deben sortear una serie de pruebas para conseguir una serie de retos y vencer a unos villanos malísimos que atacan por varios frentes. Todo ello aderezado por unos efectos especiales de última generación que si bien es cierto que son espectaculares, quedan excesivos, pues faltan decorados y un poco más de tensión entre los personajes.
Pues el gran "handicap" de la película es su guion que resulta confuso en buena parte de su metraje, pues por un lado tenemos unos personajes unidimensionales, los buenos muy buenos, los malos muy malos, las mujeres muy bellas, los hombres muy fuertes o inteligentes y el sabio negro que sirve de alivio cómico, lo que le puede generar no pocas críticas. pero ahí no reside el problema, lo que es extraño es como han fusionado diferentes culturas formando un "batiburrillo" excéntrico, pues el mundo reflejado no se sabe muy bien si pertenece a Egipto, Grecia o Persia, si las tropas de Seth parecen sacadas de las de Jerjes en los "300" pero comandadas por Leónidas, pues para colmo Gerard Butler es Seth, dios villano pero pasado por el tamiz de "Aladino" en su protagonista o "Prince of Persia", con bastante de toque de "Furia de titanes". Y para colmo los dioses se transforman en prodigiosos "Caballeros del zodiaco", con aladas armaduras y combates aéreos en la linea de los dibujos animados japoneses o peleas que destruyen todo a su paso como se refleja en el cine de Zach Snyder en sus últimas cintas. De hecho hay bastante del cine de Snyder en el largometraje, pero a eso iremos luego. Si a todo este alambicado entramado le sumamos que por un lado está el malo Seth pero suman otra amenaza exterior en "plan gusano de las arenas" pero llegado del espacio, el resultado no puede ser halagüeño, aunque esperable visto los anteriores libretos de Matt Shashama y Burk Sharpless con los pobres resultados del reboot de "Drácula" o "El último cazador de brujas".
Y es una lástima, pues Alex Proyas era un director que prometía mucho tras sus dos primeras e impactantes "El cuervo" y "Dark city", donde dejaba un sello personal, con una puesta en escena sombría, oscura y casi gótica, lo mismo que años más tarde Zach Snyder. Tras la entretenida "Yo, robot", realizó "Señales del futuro" y desde ese 2009 no había vuelto a situarse tras la cámara. Aquí pierde toda esa estética basada en el claroscuro, su largometraje más luminoso es el menos personal y el más flojo, tal vez por copiar un mundo que no es el suyo, es el de Snyder, con una puesta en escena artificiosa y demasiado irreal, pues sabes que da igual lo que suceda o el enemigo al que se enfrente, pues saldrá victorioso con cualquier transformación o truco.
En el capítulo actoral, a pesar de las buenas intenciones, roles muy planos que son solventados por sus intérpretes de forma rutinaria encabezados por un Gerald Butler algo pasado y un Nikolaj Coster- Waldau gracioso y eficaz, en la linea de su "Matarreyes" de "Juego de tronos", acompañado del primerizo Brenton Thwaites, el príncipe Philip de la discutible "Maléfica" y la joven Courtney Eaton, que como dice en un momento del filme: "- tengo una hermosa sonrisa-". Por ahí aparece también Geoffrey Rush en un papel alimenticio pero los efectos visuales son los verdaderos protagonistas de una fantasia mediocre y con muchas lagunas. Fácil de ver, y son más de dos horas, pero más fácil de olvidar. Una pena.

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