jueves, 26 de mayo de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "X-MEN: APOCALIPSIS"

Mucho ha cambiado mi forma de ver el cine actual en los dos últimos años, pues en junio de 2014 veía la anterior película de la franquicia titulada "X- Men: Días del futuro pasado", un buen entretenimiento que además funcionó en taquilla.


El caso es que escribo que mucho ha cambiado mi forma de ver el cine porque en esa entrada afirmaba mi interés por el cine de superhéroes, ya que a pesar de ir al cine casi todas las semanas al menos una vez, todavía no me encontraba saturado con tanto ordenador, croma y acción imposible donde sabes de antemano que por mucho villano y poderoso que éste sea va a acabar siendo derrotado de alguna manera.
Planteaba mis dudas a raíz del estreno de la última del Capitán América y de buena parte de Los Vengadores y ahí manifestaba mi comienzo de hartazgo con estas historias, aunque reconozco que "a priori" me interesan. El caso es que comparando unas con otras empiezo a tener cada vez más claro que según quien las dirija las digeriré mejor o peor, pues cuando el realizador se dedica a montar todo como si fuese un videoclip, con una serie de planos atropellados de duración ínfima, el resultado final suele no ser de mi agrado como ha sucedido en los últimos tiempos con la de Marvel antes referida y la de Blancanieves donde no sale Blancanieves, un desastre que no me gustó nada. El caso es que la quinta entrega de la saga de "La Patrulla X" o desde que apareció el primer largometraje "X- Men" sí que me había parecido interesante, me atrevería a decir que buena, y en esta sucede igual. Lo mejor de todo es que tengo claro por qué: mientras que las dos antes mencionadas sus encargados son de la forma de entender el cine como planos de duración infinitesimal, estas últimas están dirigidas por Bryan Singer que intenta dotar a sus obras de algo más que efectos especiales por ordenador y acción por avalancha de planos. De hecho muchas de las batallas se consiguen vencer en pocos segundos, integrando el croma y los efectos visuales en la narración, cosa que consigue en más de un momento, aunque la fase final descarrile un poco, hay que reconocer que el guion tiene brío y Simon Kinberg vuelve a acertar con una historia en principio alambicada pero bien resuelta, dejando el protagonismo a Magneto y Charles Xavier con sus conflictos internos, un malo con entidad y a Jean Grey a la que se le empieza a dar la importancia que tuvo en las primeras entregas.
Este "Apocalipsis" la vi en 3 dimensiones por lo que la sensación de espectacularidad se acentúa pero todo el buen trabajo previo queda enturbiado por el despliegue imposible de la parte final donde la destrucción campea a sus anchas y ahí flaquean en demasía los efectos visuales, tal vez por acumulación pero no se puede olvidar todo lo visto previamente donde el guion destaca, además de unos técnicos competentes donde lo más divertido al ver los créditos finales es la presencia de John Ottman en su doble faceta con Bryan Singer, tanto como editor y como músico, aunque el tema central sea de Michael Kamen, autor de la banda sonora de la primera parte y que no pudo continuar por su muerte en 2003 junto a su fotógrafo de confianza Newton Thomas Sigel.
Otro punto a su favor es su reparto con un Michael Fassbender dando otro curso acelerado de interpretación, secundado por un James Mc Avoy correcto y unas gélidas Jennifer Lawrence y Sophie Turner que a pesar de su frialdad resultan acertadas, como Nicholas Hoult y sobre todo el Quicksilver de Evan Peters tan divertido como su aparición en el capítulo anterior. Él es el alivio cómico junto a "Rondador Nocturno" en una película que vuelve a demostrar la importancia del director en una obra y que me ha dejado un gratísimo "sabor de boca" y me ha reconciliado de nuevo con los superhéroes, por lo menos con los "X-Men", aunque ellos nunca tuviesen la culpa.





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