miércoles, 13 de abril de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "RESUCITADO"

Producto de Semana Santa que por esos "designios divinos" acabé viendo el 7 de abril cuando los fastos de procesiones, hermandades y gentío por las calles habían terminado. Una nueva visión de Jesucristo y su resurrección que durante años y años han plagado de títulos las carteleras.


Porque es llegar estas fechas y la televisión se puebla de títulos religiosos o de romanos, y así conviven en armonía "Los diez mandamientos", "Ben-Hur", "La caída del Imperio Romano", "Marcelino pan y vino" o "Sansón y Dalila". Películas que mucha gente odia, supongo que por un anticlericalismo furibundo, como demostró Ridley Scott con desastres como "El Reino de los cielos" o "Exodus: Dioses y reyes", cintas que detesto y que me hacen "echar de menos" estas producciones de Cecil B. De Mille, Mann o King Vidor que aunque haya visto numerosas veces me siguen gustando y hace que pase, en muchos casos, más de tres horas disfrutando del cine.
Así que como ya he comentado en repetidas ocasiones, no creo en ningún Dios pero estoy lejos de odiar a la Iglesia, sobre todo a la católica que es en la que me he educado y a la que he conocido más a fondo y en muchas ocasiones defiendo muchas de las distintas obras que acomete en buena parte del mundo. Todo este preámbulo viene al caso de las malas vibraciones que he tenido con "Resucitado", historia que dura poco más de hora y tres cuartos pero que me ha aburrido casi tanto como el esperpento de Scott antes reseñado, aunque en uno predomine un simplista mensaje cientificista y aquí un marcado carácter cristiano. Y no es que esté mal filmada, tiene la dignidad que se puede exigir a un filme de presupuesto holgado, técnicos competentes de varios países, desde el músico español Roque Baños, el director de fotografía italo-británico Lorenzo Senatore que firma su trabajo más conocido hasta la fecha en la cinematografía, pues ha estado en múltiples superproducciones como operador de cámara. o el editor Steve Mirkovich que estuvo en el montaje de "La pasión de Cristo" de Mel Gibson. Todos ellos bajo la dirección del otrora importante Kevin Reynolds, que a principios de los noventa consiguió la fama y el éxito con el "Robin Hood" de Kevin Costner o con "Rapa Nui" pero que tras el fracaso de "Waterworld" no ha vuelto a levantar cabeza y prueba de ello es que llevaba sin dirigir nada para la gran pantalla desde el 2006 con "Tristán e Isolda".
Él firma el guion junto con Paul Aiello y la verdad es que empieza bien, contando la historia de un tribuno romano que asiste a la muerte del Cristo, entre el pelotón de crucificadores y que al ir en busca del supuesto resucitado acabará conociéndole y ayudando a sus discípulos a huir hacia Jerusalén para seguir con su labor apostólica. El problema es que a pesar del interesante arranque, la cinta se pierde entre el tedio y no consigue avanzar, sin demasiada emoción y con una realización demasiado televisiva que más parece un producto italiano para la pequeña pantalla. Los actores tampoco ayudan, demasiado centrado el protagonismo en Joseph Fiennes, que ni por asomo tiene el talento y los recursos dramáticos de su hermano Ralph, aunque no es que esté mal, solo cumple y una pléyade de secundarios que mantienen el mismo tono bajo en sus caracterizaciones. Tono bajo que anega todos los puntos de la cinta. Nadie destaca pero nadie hace el ridículo. Este sería el ejemplo claro de producto mediocre.
No pasará a la historia del cine, ni siquiera del religioso pero "Resucitado" es solo un entretenimiento pasajero, entretenido a ratos, soporífero en otros momentos y que demuestra el declive de un director que parecía que se podía convertir en un grande de esta profesión en el cine comercial pero que a partir de un descalabro mayúsculo, tanto económico como artístico, no ha vuelto a "levantar cabeza" y parece que esto seguirá así durante los próximos años, ya que esta profesión apenas deja margen de error y "Waterworld" solo tiene parangón con "La puerta del cielo" de Michael Cimino, como grandes desastres financieros porque "Corazonada" era producción del propio Coppola y solo le arruinó a él. Cimino nunca se recuperó, a pesar de rodar años más tarde la estupenda "Manhattan Sur" y Kevin Reynold lleva el mismo camino. De Coppola hablamos otro día.

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