lunes, 1 de febrero de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "SPOTLIGHT"

Otra de las cintas nominadas a la mejor película del año y una de las que más me apetecían ver, pues visto su avance cinematográfico tenía muy "buena pinta". Historia de investigación periodística que siempre ha dado juego desde "Ciudadano Kane" de Orson Welles y "Todos los hombres del presidente" de Alan J. Pakula, pasando por el "Network" de Sidney Lumet y su indignado Jon Finch hasta series de televisión más actuales.

De todas las nombradas antes quizás a la que mas se asemeja es a la de Pakula, pues lo que aquí se narra como tema fundamental es la búsqueda de la verdad por parte de un grupo de periodistas que investigan los sonados casos de pederastia dentro de la iglesia católica y el silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica, argumento que daba para construir una truculenta trama, llena de demagogia y unos cardenales que apareciesen como seres demoníacos que viven entre las sombras y con un poder omnímodo para hacer peligrar los trabajos y la vida de los miembros de Spotlight.
Por fortuna eso no sucede y se limita a narrarnos en clave accesible y muy entretenida, los entresijos de una cruzada por ser los primeros en dar la exclusiva sobre los múltiples casos de abusos pedófilos en Massachussets y como en vez de sacarlos a la luz y culpar a los responsables, los altos jerarcas decidieron mirar a otro lado, limitándose a que los responsables dejaran sus parroquias y ofrecer tratos ventajosos con los afectados y así conseguir la opacidad en tan tenebroso asunto. En ello sus dos guionistas ofrecen un "libreto" bien engrasado, con unos personajes lo suficientemente definidos para que podamos entender mejor su forma de trabajar en equipo y las dudas o certezas que el caso les ofrece. Tom Mc Carthy y Josh Singer consiguen que su trama sea honesta y no se convierta en un simple panfleto anticlerical, denunciando los aberrantes delitos pero sin ir "a la yugular" de nadie. Ni siquiera el cardenal o el obispo aparecen como degenerados hombres carentes de escrúpulos, sino humanos... demasiado humanos como escribió Nietzsche. Singer forjado en la televisión con genialidades como escritor en "El ala oeste de la Casa Blanca" y "Fringe (Al límite)" y Mc Carthy que ya fue nominado al premio de la Academia por la deliciosa "Up" crean un trabajo sobrio, con gancho y emocionante.
A ello contribuye la gran dirección de Tom Mc Carthy, que jamás había destacado y del que solo rescato la correcta "The visitor" pero lejos de lo que ha conseguido con "Spotlight", con diferencia su mejor obra hasta la fecha. Consigue trasladar a imágenes su excepcional narración y que al espectador le interesa el qué y cómo se esta contando, manteniendo el hilo conductor en todo momento, a lo que hay que sumar una convincente dirección de actores, en un reparto coral que funciona a las mil maravillas, tanto el grupo de investigación de Michael Keaton, Mark Ruffalo, Rachel Mc Adams y Brian D' Arcy James, sus jefes John Slattery y Liev Schreiber y el resto de secundarios encabezados por Stanley Tucci. Un trabajo impecable.
Tanto como la banda sonora de Howard Shore, lejos de sus orquestaciones para Peter Jackson y más cerca de las músicas para David Cronenberg, más basado en el piano que introduce en situación, como la envolvente fotografía de Masanobu Takayanagi que nos sitúa en las diferentes estaciones, destacando el frío invierno de Boston, reflejado de manera precisa o el montaje, acertado y con el ritmo adecuado de Tom Mc Ardle, editor de confianza de Mc Carthy.
Largometraje de esos que al salir le hacen a uno reflexionar durante un tiempo, pues no soy católico, aunque me eduqué en su fe y valores, como casi todos los españoles, lo mismo que sucede con los protagonistas de "Spotlight", gente nacida bajo el sino de esa rama del cristianismo. El caso es que a pesar de ser ateo, en mi caso no soy anticlerical y de hecho en viajes para filmar documentales, sobre todo a la República Dominicana, he convivido con misioneros y sacerdotes, tipos a los que no les llego "ni a la suela del zapato", hombres que han dado su vida por ayudar a su comunidad y a los más desfavorecidos, sin alardear y entendiendo que esa es su labor. Por el contrario también he conocido ONG´s que intentan hacer lo mismo que la iglesia pero se quedan en poco menos que voluntarios muy pagados de sí mismos y que lo poco que hacen debe ser valorado por la sociedad cuando regresan a sus comodidades occidentales, porque casi siempre regresan, una especie de turismo solidario, así que como se ve no estoy en contra de la labor de Roma, pero es cierto que las altas esferas han callado ante un tema espantoso como este del sexo con niños dentro del seno de la Iglesia. Y es que no nos engañemos el celibato obligatorio de sacerdotes es una aberración, un ir contra la naturaleza y claro acaban convertidos en cuanto uno no tenga la cabeza lo "suficientemente amueblada" en seres con enormes dudas y problemas mentales, que al final ceden a la tentación con lo que más a mano tienen y más fácil es de conseguir, que son los niños. Uno de los misioneros que he conocido me comentaba que las vocaciones al sacerdocio volverían el día que estos pudieran casarse. Normal, el resto es un anacronismo que crea estas conductas tan abyectas.


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