miércoles, 24 de febrero de 2016


CONSIDERACIONES SOBRE "ARTE NUEVO (UN HOMENAJE)"

Comentaba en la entrada dedicada a "Sueños y visiones del rey Ricardo III" la importancia para mí del Teatro Español, parte fundamental de mi educación sentimental y lugar del que me suele gustar su programación, una acertada mezcla de obras clásicas o de vanguardia pero con puestas en escena de enorme calidad.
Elegí este montaje y no otro de los muchos que pueblan la cartelera teatral madrileña, por la importancia de su director escénico y no por el nombre de las obras, pues reconozco que hasta que las he visto anunciadas desconocía no solo el nombre de las elegidas, sino el movimiento Arte Nuevo y a uno de sus autores Medardo Fraile. Al otro Alfonso Sastre le conocía más que por la calidad de su trabajo, que no he visto representado nunca, por su apoyo a los partidos de la izquierda abertzale. Leyendo más adelante, he comprobado que de todos los autores que englobaron este movimiento teatral el más famoso es Alfonso Paso.
El director del que escribía unas líneas más arriba y responsable de haber visto el espectáculo, no es otro que José Luis Garci, famoso por su labor cinematográfica y uno de esos creadores que ha marcado el cine español, no por ser el primer español en ganar el Oscar a la mejor película en habla no inglesa por "Volver a empezar" sino por largometrajes tan atrayentes como "Solos en la madrugada", "Asignatura pendiente", "El crack", en mí opinión uno de las diez mejores cintas españolas de la historia o esa parte tan vilipendiada desde "Canción de cuna", con trabajos tan interesantes como "El abuelo", "You´re the one", "Historia de un beso" o "Tiovivo", historias rodadas con relajación, buen gusto, escritas por un cinéfilo y que llega a otro cinéfilo como yo, además de conducir el último gran programa de cine en la televisión pública y que nunca debemos olvidar los que disfrutamos los diez años de "¡Qué grande es el cine!" con una programación antológica, a unas horas normales y con un debate donde nadie gritaba y se limitaban a ofrecer sus conocimientos. Estaba claro que con lo que debo a Garci no podía perderme su debut en las tablas.
El programa doble comenzaba con "Cargamento de sueños", obra corta, de unos tres cuartos de hora, que resulta sorprendente que sea antecesora del "Esperando a Godot" de Beckett, pues también lo protagonizan dos vagabundos que parecen no conocerse y que en su conversación descubriremos como uno de ellos asesinó al amor de su vida. Bien llevada por Gary Piquer, con el que Garci trabajo en su última producción, la fallida "Holmes & Watson: Madrid days" y por Miguel Ángel Muñoz, actor curtido en series televisivas para adolescentes y que funciona mejor en la segunda parte que aquí. Dramaturgia complicada, donde no se explica nada y algo deslabazada pero que Garci lo supera con una puesta en escena irreprochable, una escenografía muy visual, ambientada en el medio oeste estadounidense, con su gasolinera, jukebox y molino avistándose a lo lejos y un uso de la iluminación sobresaliente. Sin duda lo mejor de esta adaptación de "Cargamento de sueños", que apenas había tenido repercusión pues solo se estrenó en enero del 48 en el teatro del instituto Ramiro de Maeztu y que dudo que vuelva a ver nunca más.
También estrenada en el mismo sitio, el mismo mes y el mismo año es "El hermano" de Medardo Fraile, que completa este homenaje al movimiento Arte Nuevo. Teatro más costumbrista, en la línea del "Historia de una escalera", que tuve la suerte de ver representada en el María Guerrero hace más de una década, con dirección de Juan Carlos Pérez de la Fuente, sin duda el mejor director teatral que he conocido y actual responsable del Teatro Español, hasta que los nuevos inquilinos de la alcaldía le sustituyan por alguien afín a su credo ideológico o "Hoy es fiesta", que vi en escena en el teatro de la RESAD (Escuela de Arte Dramático), ambas del inmenso Antonio Buero Vallejo. Obra de otros cuarenta y cinco minutos, como su predecesora de Sastre, en un acto y un escenario. Cinco personajes donde destaca una inmensa Ana Fernández, con la que Garci ha trabajado en "You´re the one", "Historia de un beso" o "Tiovivo" y que realiza una extraordinaria labor, dotando a su madre de todo el calor humano y la emoción que esta ama de casa de posguerra necesita, bien Miguel Ángel Muñoz, mejor que en "Cargamento de sueños" y Ana Carlota Fernández, que en la historia de Sastre apenas tiene papel con relevancia y aceptable Gary Piquer. Puesta en escena sin riesgos, en una casa de la clase media española de finales de los cuarenta e historia simple, no demasiado explicada pero que funciona bien, merced a sus buenos diálogos. En lo que sí destaca Garci, es en introducir un par de momentos de lo que suena en la radio, como la llegada con enorme alabanza de Franco a Barcelona, aunque se intente borrar de la historia por parte de los dirigentes de esa comunidad autónoma y un final con el Vals triste de Sibelius, muy bien traído. La música es importante, pues en "Cagamento de sueños" se utiliza a Wagner o Haendel.
Que maravilla es disfrutar del placer que ofrece el teatro y con un programa tan atractivo, aunque imagino que el público no lo ha visto así, pues solo nos dimos cita, medio patio de butacas y el primer piso. El resto cerrado. Es cierto que era un martes laborable y que el Español es gigantesco, pero aún así este riesgo merecía un mayor seguimiento. Supongo que en otros paises, solo el nombre del primer director que otorgó el Oscar a su tierra serviría de reclamo para vender todas las localidades, más cuando encima es su "debut", pero ya sabemos como somos en esta tierra de Quijotes y Sanchos. En otra ocasión.

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