lunes, 3 de agosto de 2015


CONSIDERACIONES SOBRE "MARIANO LUCAS ( SOTO DEL REAL 02-08-2015)"

El lector habitual de esta bitácora sabe que me suelo inclinar por los ritmos rockeros o más duros, dentro de los diferentes estilos musicales, pero en esta ocasión me inclino por un concierto más íntimo, fuera de los grandes recintos y que satisfizo a los presentes.
El lugar indicado era el Rock & Chef, sitio magnífico enclavado en la villa de Soto del Real, puerta de entrada al Parque de la Sierra de Guadarrama, en la provincia de Madrid. Además como eran las fiestas patronales, el riesgo era grande, pues coincidía con el directo programado por el ayuntamiento. Aún así decidí elegir esta propuesta. No me equivoqué.
Para los que hemos visto con anterioridad al ex guitarrista de "Control de plagas" o "Euterpe", sorprende este nuevo formato con su acústica Martin recién estrenada, emulando el histórico directo acústico en Dublín, hace unos cuantos años en The Purty kitchen. Quien vivió ese momento creo que no podrá olvidarlo nunca, con una muñeca hinchable flotando por el local a ritmo de "Hey, Jude!".
A eso de las 22.30 comenzaba la nueva singladura de Mariano por las procelosas aguas del "en vivo", en una esquina del "chill out" ibicenco que había preparado la sala, ante unos cuantos valientes entre los que se encontraban miembros de "Inerkor" o "Sugus", dispuestos a disfrutar de lo que podía ofrecernos Nano Lucas.
Tras una broma, comentando una nueva composición, tras sus años en Barcelona, presentaba su tema "Cadillac solitario". Como es obvio, una adaptación del famoso tema escrito por Sabino Méndez e inmortalizado por Loquillo y Trogloditas. Y entre el rock urbano y ciertos cantautores, transcurrió la hora y diez minutos que duró la actuación, donde se pudieron comprobar las inquietudes musicales del madrileño. Desde Fito y Fitipaldis, Extremoduro, una delirante versión del "Dolores se llamaba Lola" de Los Suaves a Joaquín Sabina, Bob Dylan o guiños al fallecido, hace muy poco, Javier Krahe. El público congregado entendió este nuevo retorno a los escenarios y le correspondió con una ovación de gala, comprobando que no ha perdido un ápice de su virtuosismo con las seis cuerdas.
Entre tanto momento emocionante en la vida, siempre tendrá un hueco el pueblo de Soto del Real, un enclave donde he pasado de los mejores, y también de los peores, momentos de mi vida. Como escribió Sánchez Ferlosio "- Vendrán más años malos y nos harán más ciegos/ Vendrán más años ciegos y nos harán más malos/ Vendrán más años tristes/ y nos harán más fríos/ y nos harán más secos/ y nos harán más torvos-". Mientras tanto agradezco una barbaridad poder regresar, a un terreno tan conocido, como la nostalgia, gracias a actuaciones como esta. Y a punto estuve de no poder asistir al no tener alojamiento. Aquí viene mi dedicatoria a Agustín y Encarni, sin ellos hubiese sido imposible estar allí y a los que eché de menos. Al resto de vosotros, amigos míos, fue magnífico poder volver a veros. Ya sabéis. Os quiero. Palabra de El curioso observador.

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