martes, 28 de julio de 2015


CONSIDERACIONES SOBRE "DEL REVÉS (INSIDE OUT)"

Muchas ganas tenía por comprobar que había deparado la unión de dos productoras tan punteras en animación, como son Disney y Pixar, esperando que hubiese más de la factoría de John Lasseter que de la del ratón Mickey.
 El motivo es claro. Mientras que en la creadora de "Blancanieves" o "Cenicienta", a pesar de crear auténticos monumentos a la animación, siempre queda ese poso de edulcorante y almíbar, que en más de una ocasión lastra el resultado, pues resulta demasiado "cursi", y en los creadores de "Toy story", además de dar una nueva "vuelta de tuerca" a los dibujos por ordenador han creado un universo fílmico de unas dimensiones apabullantes, con unas creaciones sensacionales.
Uno de esos talentos de Pixar es Pete Docter, responsable de las maravillosas "Monstruos S.A." o "Up", que contiene uno de los mejores comienzos de la historia de la animación. Y hay que rendirse a la evidencia, ya que con la ayuda de Ronaldo Del Carmen, alguien que proviene de Disney, han creado una joya atemporal. Una auténtica lección de cine, que no solo puede gustar a los pequeños de la casa, sino que encandilará a los más mayores, merced a un guion sin fisuras. Perfecto. Que combina sin deslices evidentes, la magia, la emoción y el talento, con más de un momento que parece sacado de las laberínticas pesadillas de Hayao Miyazaki, pero pasado por el tamiz más hollywoodiense. Entre los tres guionistas aparece pete Docter, que parece ser el responsable principal. Y hay que alabarle el trabajo, pues no es nada sencillo.
Una puesta en escena formidable, que mezcla con maestría el drama y la comedia, con dos tipos de personajes diferenciados. De un lado los padres de Riley y la propia niña y por otro los pensamientos que controlan su cerebro, inolvidables Alegria, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, junto con unos secundarios de lujo como ese extraño ser llamado Bim Bom, y una historia que avanza en dos frentes. Por un lado el real entre la dulcificada Minnessotta y la temible San Francisco y la mente de Riley, llena de recovecos, subconsciente y diversos lugares que en algunos casos aterran.
Y esa es una de las cosas más sorprendentes, pues el elogio al entorno rural es más que evidente, con un clima frío y duro, pero que hace que la familia viva feliz y unida, en contacto con la naturaleza y disfrutando del deporte al aire libre frente a la cosmopolita San Francisco, fachada de postal de barrios grises y oscuros y donde los urbanitas en un colmo de "snobismo" comen hasta pizzas de brécol, intentando buscar lo saludable y donde el hockey solo se puede practicar en recintos cerrados.
Y no voy a entrar en la labor actoral, pues todo el reparto es excelente o en otra gran banda sonora de Michael Giacchino, pues lo más importante es que es una cinta para toda la familia, donde al niño se le trata como un ser inteligente, con lo raro que suele ser en este tipo de películas. Solo por eso, merece el mayor de los respetos, pero encima es una gran producción, con vocación de trascendencia. Al tiempo.

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