viernes, 1 de mayo de 2015


CONSIDERACIONES SOBRE "MORTDECAI"

Miedo. Mucho miedo me daba el trailer que había visto hace meses en los cines, ya que mezclar la comedia con el cine de espías, puede dar unos resultados catastróficos, aunque se han conseguido pasables entretenimientos como "Casino Royale" o "¿Qué tal, Pussycat?".
Pero esto era cine de los sesenta y hoy la cosa gira más entorno a productos como "Johnny English". Y que no se me entienda mal, me declaro fiel admirador de Rowan Atkinson y su Mr. Bean, pero en la televisión. En el cine pierde mucho, ya que su tipo de humor está mejor condensado en piezas de treinta minutos, que en chistes alargados para rellenar una hora y media.

Sucedería lo mismo cuando se atrevieron a llevar las aventuras del desastroso "Superagente 86", a la gran pantalla. Ni gracia ni taquilla, a pesar de la pareja protagonista. nada menos que Steve Carell y Anne Hathaway. Pues con "Mortdecai" pasa un poco lo mismo. Una novela sobre un trasnochado noble inglés, que vive como hace siglos, con refinados modales, mansión victoriana y trabajo como marchante de arte, un tanto "sui generis", que acaba complicado en una trama de espionaje internacional, en un mundo que domina a la perfección pero que le parece hortera y falto de los usos y costumbres de la aristocracia británica. El problema reside en que, por lo menos a mi, nada de lo que se cuenta, me hace la más mínima gracia y todos los chistes y "gags" son de un simplismo que asusta. Envidias por una mujer, ninfómanas de opereta, desarrollos previsibles y muy poca o nula preparación en conseguir la carcajada. Y eso es un problema, pues no creo que llegue ni al espectador que espera un humor sutil, pues no lo hay, ni al que espera el golpe fácil e inmediato, pues al estar tan poco elaborado el guion, tampoco le va a hacer la más mínima gracia. Lejos de el mejor Woody Allen y lejos de lo mejor de la factoría Abrahams- Zucker como "Aterriza como puedas" o "Top Secret". Encima, como cualquiera puede imaginar, la investigación policíaca está supeditada a los chistes, por lo que nada de lo que sucede en la pantalla, interesa demasiado. Un cúmulo de imágenes más o menos bonitas o plásticas, sin demasiado sentido ni originalidad. Ahí si hay que albar el trabajo del desconocido Florian Hoffsmeister.
El resto poco, o nada, me ha interesado, desde el guion del casi debutante Eric Aronson, ya comentado antes todos sus enormes defectos en el libreto pero que junto a la dirección del reputado guionista y ahora director David Koepp, son culpables del mayor delito que se puede atribuir a una comedia: que no haga gracia. Eso es imperdonable. El montaje de la habitual de Koepp, Jill Savitt, junto a Derek Ambrosi, que ha realizado casi toda su carrera en televisión es previsible. Pero es que pienso que es lo que quieren hacer, una "gamberrada" pero políticamente correcta, donde nadie se sienta herido, los ricos sean malos, estafadores o idiotas, la mujer del protagonista, a pesar de parecer un "florero", no lo sea y desentrañe el misterio y la policía, una banda de incompetentes, con el jefe a la cabeza, que su único valor sea estar enamorado de la mujer que parecía un "florero" y no lo es. Para colmo, domina a su marido, diciendo lo que debe y no debe hacer con su aspecto físico, hasta que en un gesto magnánimo, el hombre reconozca su error y ella le perdone, dejando el "look" que el quiere pero que ella debe de decidir primero. ¿Qué sucedería si fuese al revés? Ahora, además donde el otro día vi una campaña dedicada a las adolescentes, donde se invita a llamar al teléfono contra el maltrato si su "noviete" le dicta que debe hacer o estar demasiado encima. Cosa, que nadie me entienda mal, es capital para romper una relación de pareja, pues no hay nada más agobiante para una persona, sea hombre o mujer, que nos impongan que debemos hacer en cada momento, sin tener independencia ni capacidad de elección. pero por las dos partes, no según el sexo.
Sobre los actores, un Ewan Mc Gregor, cada vez con papeles más ridículos, un Paul Bettany lejos de su mejor versión, una Olivia Munn perdida, una Gwyneth Paltrow, que la he visto algo envejecida, desde "Iron Man 3", en algunas secuencias y sobre todo, un Johnny Depp, actor que me encanta, pero parece que en los últimos tiempos todo el mundo le ofrece el mismo papel, tipo Jack Sparrow o "graciosete" inteligente y poner caras raras.
No se por qué me da, pero preveo un enorme fracaso de taquilla para "Mortdecai", pues no veo un público a quien pueda gustar e ir en masa a las salas. Y eso que los "clichés", dieron en España el mayor éxito de recaudación de todos los tiempos, pero es verdad que "Ocho apellidos vascos" tenía sus momentos graciosos, por lo menos para el público español, y esta no se los encuentro por ningún lado.

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