lunes, 8 de septiembre de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "EL NIÑO"

La película de la que todo el mundo habla. Un thriller español que parece americano y que posee grandes virtudes aunque, por desgracia, también unos cuantos defectos. Ahora iremos a eso pero me alegra ver que parece ser que "El niño" va a ser otro éxito de taquilla.
Y me alegra, pues me encantaría que empezase a generarse un industria cinematográfica española importante y no nos quedáramos en meros productos subvencionados que apenas interesan a nadie y que salen del bolsillo del sufrido ciudadano.

Este va a ser el segundo gran "taquillazo" del cine patrio en este año, tras "Ocho apellidos vascos", aunque lo único que tengan en común es la presencia de Mediaset en su producción. Lo cual es inquietante pero a eso iremos más tarde.
"El niño" es un thiller de amplio presupuesto y que intenta ser una magna epopeya sobre el tema de la droga. Hay que reconocer que las secuencias de acción son impactantes, de gran talento y muy bien filmadas. Daniel Monzón, al que le tengo bastante respeto por haber conseguido dejar la crítica y pasarse a la dirección, ha encontrado en el thriller su medio para revindicar su hueco en el cine, ya que tras sus dos horribles primeros trabajos como fueron "El corazón del guerrero" y "El robo más grande jamás contado", empezó a apuntar con "La caja Kovak" y se consolidó con "Celda 211". Al igual que esta última, "El niño" adolece de los mismos errores argumentales y son mejores películas desde el punto de vista técnico que de guión, pues aquí hay dos historias que desde el inicio parece claro que confluirán en algún punto. Una de policías y otra de delincuentes de mayor o menor medida. El problema reside en que muchos de los personajes son bastante planos o meros estereotipos y sus reacciones no resultan demasiado creíbles en más de un momento.
Pero a cambio nos ofrece unos primeros veinte minutos excepcionales, con una investigación entre el puerto de Algeciras y Gibraltar que jamás se ha visto en una cinta española. La ambientación es grandiosa y uno se encuentra entre esa extraña zona del estrecho donde confluyen los intereses delictivos de España, Marruecos y Reino Unido. Aquí hay que alabar el fenomenal trabajo del veterano Carles Gusi que firma una fotografía soberbia y el interesante montaje paralelo que acaba siendo montaje lineal de Mapa Pastor. La banda sonora de Roque Baños también está a la altura.
En cuanto a la parte interpretativa muy solventes los muy curtidos Luis Tosar, Sergi López y Eduard Fernández, correctos los debutantes Saed Chatiby y la muy bella Mariam Bachir y los menos conocidos Moussa Maaskri y Bárbara Lennie, soberbio Jesús Carroza, muy divertido y que transmite y, lo que falla, es el protagonista Jesús Castro, un joven de gran belleza, doy fe de ello por lo comentarios oídos por las féminas al salir del cine, pero con unos recursos actorales muy limitados y que se resumen en tener la misma cara en cualquier situación. Una pena.
Lo que también me ha alegrado es que los personajes gaditanos mantengan su acento, pues me distancia mucho el hecho de sustituir los matices del habla por tonos más del centro. Y eso que soy madrileño que ha mantenido su acento y sus defectos en el habla, como el leismo, a pesar de que llevo viviendo bastantes años por la provincia de Cádiz y supongo que aquí me quedo unos cuantos más.
Interesante film que espero que sea el acicate para otras grandes producciones españolas, aunque como escribía antes que las dos grandes recaudaciones lleven el sello de Mediaset da que pensar, pues su trabajo de publicidad es excelente, eso no se niega, pero cada vez veo más claro que estas cadenas son las que generan opinión y cada vez soy mas reacio a ver ese tipo de televisión basura, pues de Telecinco, creo que solo he visto retransmisiones deportivas y me niego a ver casi toda la parrilla de programación de la práctica totalidad de canales, sean debates de prensa rosa, políticos, deportivos. Todos apelan al sentimiento más que a la lógica, cosa que sucede con los propios informativos, así que la solución es sencilla. No los veo. Bastante tengo con ver películas, series, leer, salir... e intentar pensar por mi mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario