lunes, 14 de abril de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "NOÉ"

Me gusta Darren Aronofsky y he visto toda su filmografía, basada en la obsesión de los personajes por un tema concreto; la droga, la superación, el trabajo como forma de realización personal, el amor, la trascendencia... Aquí también vamos a ver algunas de las constantes de su cine, aunque me ha parecido su peor película.
Y eso, que he leído por ahí, que llevaba muchos años intentando llevar a la gran pantalla, la historia bíblica del Arca de Noé, por lo que se entiende, que es un proyecto absolutamente personal, pero una vez visto, parece otro "blockbuster" más, aunque con ciertos toques de new age, ecologismo de "última moda" y otras "moderneces" por el estilo, que me dejaron bastante confuso durante la proyección.

A su favor, hay que decir, que tiene ritmo, una cosa que Aronofsky domina a la perfección y sus dos horas y cuarto largas, se ven con agrado y no resulta tediosa y pesada, salvo ciertos momentos, antes del gran diluvio, que todo sea dicho, no tiene demasiado sentido. Bien interpretada, con un Russell Crowe, muy convincente, que convierte a Noé de un hombre justo y bueno, en una especie de "ángel exterminador", vengador y justiciero, en uno de los giros argumentales más extraños que se ha visto en cine religioso, aunque, como dije antes, Crowe funciona muy bien. Jennifer Connelly está espléndida, pero es que con esa cara tan fotogénica, es muy difícil que no absorba cualquier plano, no en vano, fue uno de mis primeros amores cinematográficos, allá por los tiempos de "Dentro del laberinto" y "Phenomena" de Dario Argento. Aparecen dos veteranos como Anthony Hopkins, como un imposible Matusalem y un Nick Nolte, cada vez más irreconocible y una fantástica Emma Watson, demostrando que es una actriz con un futuro prometedor y que no se va a encasillar como eterna novia de Harry Potter y un extrañísimo villano que el pobre de Ray Winstone lleva como puede.
Como en cada uno de sus filmes, Aronofsky ha contado con su equipo de confianza para llevar a buen puerto semejante nave, comandada por el director de fotografía Mathew Libatique, que intenta dar presencia de color entre tanto efecto digital e intercala los grises y los negros de buena parte de su metraje con el verde del bosque y de la naturaleza, pero la sombra prevalece sobre la luz, como en la banda sonora de Clint Mansell, bien orquestada y que se adapta a las imágenes de forma correcta, aunque sin llegar a la genialidad que compuso para "Requiem por un sueño" y el gran artífice del ritmo, el muy buen editor Andrew Weisblum, un señor que trabaja tanto para Aronofsky como Wes Anderson y con eso está dicho todo.
El problema radica en el guión, del propio Aronofsky y de su productor Ari Handel, que no hay por donde cogerlo. Entiendo que no se adapte de forma literal, ya que esto es una película y no un estudio teológico, ni nada parecido pero no he entendido lo que han querido plantear. El cambio experimentado en el protagonista, de un hombre justo, sabio y bueno a un radical asesino e intransigente es cuanto menos complejo e inquietante. imagino que estoy familiarizado con el personaje de Noé, desde el punto de vista católico, muy basado en el Nuevo Testamento y en la alegría de la fe, aunque no crea en ningún dios.Pero Aronofsky y Handel son judios y su idea talmúdica es mucho más agresiva y basada en la Ira de Dios, así que por ahí pueden "ir los tiros" y es la única forma de comprender el sacrificio de Abraham que aparece en una secuencia bastante ridícula. Aún así, hasta puedo llegar a entender esa visión, con toda sus limitaciones. Lo que ya no puedo defender, es con el pseudomensaje, tipo evangelio apócrifo, tan de moda es nuestros días, de convertir al Dios cristiano y en una especie de Madre Tierra para la alabanza ecologista. De hecho, en ningún momento se habla de dios sino del creador y otros términos parecidos, los ángeles parecen los "Comepiedras" de "La historia interminable" de Wolfgang Petersen y todo está en comunión con la Madre Naturaleza. Los malos comen carne y eso les convierte en pecadores ante la Pachamama y los

descendientes de Noé, son vegetarianos, aunque no veganos, pues me da la impresión que el calzado y parte del vestuario es de piel. Imagino que en esos años, se entiende que natural y no sintética, aunque, a saber, pues es un error bastante habitual en el progresismo, mirar con los ojos de hoy, conductas del pasado. Este "rollo" pseudocientífico tan en boga por Dan Brown y otros escritores de semejante talante, han hecho mucho daño en parte de nuestra sociedad y en principio, un buen director como Aronofsky, con unas ideas visuales complejas y con talento, cae en el abismo de la mediocridad en sus reflexiones sobre la Biblia, con un producto repleto de lugares comunes y que no puede resistir el mínimo análisis serio. Así son las cosas. Preferiré ese caos frenéticoy patológico de "Pi", ese homenaje al desquicie más absoluto que es "Requiem por un sueño", el amor sublimado en "La fuente de la vida", el ansia por resistir contra todo y todos de "El luchador", la virtud y el trascender a cualquier precio de "Cisne Negro" que este desaguisado buenista y muy en la línea de estos tiempos de pensamiento débil.

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