martes, 8 de abril de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "JOVEN Y BONITA"

No he visto, ni por asomo, todas las películas de François Ozon. De hecho, esta es la quinta que veo del realizador galo, tras "Gotas de agua sobre piedras calintes", "Swimming pool", "Ocho mujeres" y "En la casa", pero, creo, que es suficiente para hacerme una idea de por donde va su cine, lleno de sugerentes imágenes y arriesgados planteamientos.
Y es que este "Joven y bonita", no podía ser menos, al contar el despertar sexual y su posterior paso a la prostitución de lujo de una chica de diecisiete años. Sin moralinas, sordidez y una explicación sesuda del por qué de semejante paso en la joven. Vive con su madre y su padrastro, buenas personas, en una familia de clase acomodada, estudiante y con una vida feliz. No se sabrá nunca las razones de la chica, para acabar ejerciendo la prostitución con hombres mayores, tal vez probar nuevas experiencias, hastío vital o falta de reconocimiento. A saber. No es necesario.

Como cualquiera puede advertir, el hecho de condenar el acto de la prostitución, rompe los valores tradicionales, tanto religiosos como feministas y de explotación a la mujer. Ella consigue sus citas por internet, por lo que no necesita proxeneta y ejerce por voluntad propia. Algo impensable en las puritanas mentes tanto conservadoras como progresistas. Argumento radical, muy bien estructurado en el guión, que firma el propio Ozon, no muy novedoso pero que enlaza con otros directores, muy admirados por mi, y con su propia trayectoria profesional.
La idea del choque entre adultos y jóvenes y su imposibilidad de comprensión, ha sido una constante en su filmografía y un tema muy interesante, sobre todo desde la perspectiva femenina, pues los protagonistas en el cine de Ozon, suelen ser mujeres. Y esto, enlaza con uno de mis directores favoritos; el también francés, Eric Rohmer, que, sobre todo, en su serie de las "Comedias y proverbios" o en algunos de los "Cuentos morales", trataba el mismo tema de la incomprensión entre padres e hijos y adultos y jóvenes. Son historias que me gustan, pues "La Rodilla de Clara", "La coleccionista" o "Mi noche con Maud", figuran entre mis películas favoritas.
Pero no acaban aquí las similitudes con otros realizadores, pues esta forma de entender la prostitución, fuera de los círculos sórdidos y donde se ejerce por libre voluntad, me lleva a recordar dos cintas de dos autores, en principio antagónicos, como son "Belle de jour" de Luis Buñuel y "Samaria" de Kim Ki-Duk, tanto en una como en la otra, las jovencitas, acababan con problemas, como aquí sucede con su protagonista Isabelle pero todo llegaba después de una opción personal, individual y fuera de los límites de la sociedad y de las convenciones morales, tanto de la derecha como de la izquierda.
Técnicamente, todos los colaboradores de Ozon cumplen y no se podría decir nada malo de su trabajo, los actores también están correctos pero absolutamente toda la obra queda supeditada a su protagonista, el debut en papel principal de la modelo Marine Vacth, la que con su sola presencia, inunda todo el film y en cada gesto felino o mirada, consigue tal luminosidad que me resultó imposible despegar los ojos de la pantalla. Ozon, lo sabe y decide que cada encuadre de cámara sea una exhibición del rostro y el cuerpo de la Vacth. Más o menos, lo que hizo Ingmar Bergman con Liv Ullman  en "Cara a cara al desnudo", que más parece un documental a su actriz.
Un sentido del erotismo sugerente y bastante incómodo para un buen número de personas, pues si bien es cierto que no frecuento los burdeles, prostíbulos y lupanares, más por aburrimiento que por convicciones morales, no voy a criticar a quien consuma este servicio ni a la señorita quien lo ejerza, siempre y cuando sea una transacción libremente elegida, pues pienso que la prostitución, como también se ve en "Joven y bonita", suele estar encaminada a gente casada, con poco tiempo para poder estar seduciendo o siendo seducido. Los solteros tenemos la ventaja de poder estar en un chat, en una página de contactos o escribiendo la visión del mundo propia en un blog sin demasiada difusión. ¿Qué me estaré perdiendo?


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