jueves, 9 de enero de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE " A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS"

Hace años que me declaro seguidor del cine de los hermanos Coen y desde hace unos cuantas películas ya, suelo pasar por el cine a visionarlas, buscando la excelencia que he encontrado en algunos de sus filmes. Ahora estrenan éste "A propósito de Llewyn Davis", que ha cosechado unas excelentes críticas, aunque a mi me haya interesado bastante poco.
Y no es que se pueda decir que el conjunto final sea malo, pues está muy bien realizada, con esa capacidad de rodar de forma correcta, que suele tener la obra de los hermanos de Minnesota; buenos planos muy bien elegidos, una fotografía bastante deprimente que refleja los sentimientos de su protagonista y que firma un habitual de Jean Pierre Jeunet como Bruno Delbonnel y un montaje trabajado de Joel y Ethan, que intenta sobrellevar el peso de la inexistente historia y en algún momento hasta lo consigue, porque ese es el gran "handicap" de "A propósito de Llewyn Davis". La historia no se sostiene por ningún lado, y a mi, ni me interesó, me aburrió y me daba la sensación de no estar contando nada.

Puede ser que el folk americano profundo no consiga transmitirme apenas ninguna emoción o que hayan escrito el guión con deliberada frialdad, y yo no haya entendido lo que han querido narrar, pero esta historia sobre un perdedor en un mundo de perdedores, se cimenta en un error inadmisible en unos grandes creadores como los hermanos Coen: Llewyn Davis es un fracasado insustancial, con una vida y una actitud corriente, mediocre y sin un ápice de interés. Para colmo, es medio imposible que la gran mayoría de los personajes no caigan muy mal y poca gente podrá sentir algo de empatía por ellos. Y pasa lo mismo que contaba antes; no están mal interpretados, solo que carecen de profundidad y sus reacciones son demasiado planas, comenzando por el protagonista, un Oscar Isaac, que apenas mueve un músculo en la hora y tres cuartos de duración y que para remate tampoco tiene unas líneas de diálogo demasiado brillantes. Entre los secundarios todos cumplen, sin destacar nadie en sus insustanciales papeles y así observamos desfilar a una buena actriz como Carey Mulligan, a un grande como John Goodman o a unos correctos Justin Timberlake o Adam Driver, que tienen el mejor número musical de toda la cinta, sin aportar nada relevante a unos secundarios sin alma.
Y me fastidia ser tan crítico con el resultado, pues de sus quince trabajos anteriores, me parecen genialidades "Fargo", "El gran Lebowski" y "Muerte entre las flores" se encuentra entre mis favoritas del cine de gansgters, ¡con lo que significa eso! y "Sangre fácil", "Barton Fink" o "Crueldad intolerable" me parecen buenas películas. Incluso las menores como "Quemar antes de leer" u "O Brother!" me resultan simpáticas y divertidas. Hasta esta, solo encontré fallida "Ladykillers".
Demasiado artificial, bien hecha, bien interpretada sobre un argumento poco interesante, que pienso que nadie podría salvar. Imagino que los que aclaman "A propósito de Llewyn Davis" se emocionaran bastante con su banda sonora, donde reina el folk americano, en canciones muy intimistas, con el único acompañamiento de una guitarra. Lo peor, es que la canción que más me gustó es la mítica canción irlandesa "The auld triangle". Un tipo de música, que aunque no descarto, pocas ocasiones ha llegado a provocarme poderosas sensaciones . Incluso me he aburrido las dos veces que he visto a Bob Dylan en directo. Se que esto suena a blasfemia, pero es así. Se que está muy de moda entre el público "hipster" y "gafapasta", pero será que no soy emergente. Me suele provocar hastío. Casi tanto como "A propósito de Llewyn Davis".

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