jueves, 16 de enero de 2014


CONSIDERACIONES SOBRE "EL ÚNICO SUPERVIVIENTE"

Muy pocas películas bélicas se realizan al cabo del año, gracias al dineral que suelen costar y por el mismo motivo presupuestario, la gran mayoría son de producción estadounidense. Esta que nos ocupa, no es ninguna excepción y a pesar de sus defectos, resulta entretenida y una aceptable propuesta dentro del género.
La dirige Peter Berg, un tipo que me impactó una barbaridad con su inenarrable "Very bad things" y que ha alternado éxitos de taquilla con deficientes filmes como "Tesoro del Amazonas" o "Battleship". Aquí demuestra tener bastante brío con la cámara, dotándola de un sentido del ritmo y de la puesta en escena muy valorable, ya que tras la presentación de los personajes, buena parte de sus dos horas de metraje se basan en la escaramuza con los talibanes y los combates, huidas y contraataques para salvaguardar su integridad física.

Todo narrado con unas imágenes vertiginosas, muchos movimientos rápidos sin cortar el plano y un sentido de la acción admirable, de forma similar a como dirige el siempre interesante Michael Mann. Sin duda, es lo mejor dentro de la parte técnica, a pesar de ser muy destacables también el excelente montaje, a cargo de Colby Parker Jr., cuyos únicos trabajos destacados han sido con Peter Berg, como "Hancock" o "La sombra del reino" y sobre todo, algo que suele pasar inadvertido como la edición de sonido, que aquí es magistral. El resto cumple, desde la fotografía a la banda sonora, de sus habituales Tobias Schliesser y Steve Jablonski. Lo sorprendente es que el guión también mantenga el tono, a pesar que desde el inicio, sepamos sin ninguna duda como acaba la película y que en algunas fases, su tono algo panfletario, lastren sus poderosas secuencias. Es la parte más floja de la realización y parece más interesado Peter Berg, que también escribe "El único superviviente", en como contar la historia que en qué contar. lo cual, por otro lado, agradezco bastante.
Los actores, sin tener interpretaciones para recordar, están correctos y asumen sus roles sin ninguna complicación, desde el protagonista Mark Wahlberg, al resto del equipo; Taylor Kitsch, Emile Hirsch, Ben Foster o Eric Bana y Alexander Ludwig. Los talibanes y los afganos, se limitan a ser o bien los villanos o la ayuda inesperada a los héroes de turno.
Eso sí, si algo me ha dejado estupefacto, ha sido el hecho de narrar una torpeza mayúscula del ejército, un fracaso de operación, condenada desde el primer segundo a terminar mal. No es habitual filmar errores bélicos y mucho menos con tono de heroicidad, ya que batallas que terminaron mal, antes han tenido victorias espectaculares o se vencen con un alto coste en vidas. Rodar derrotas, se encuentra más en la línea de la denuncia, como ocurría con "Senderos de gloria" de Stanley Kubrick o algunas de las de Oliver Stone, tipo "Platoon" o "Nacido el 4 de julio".
No se me ocurren muchas de éste tipo dentro de las películas de guerra y la mejor derrota filmada en tono heróico, podría ser un western tan magnífico como "Murieron con las botas puestas" de Raoul Walsh. Esto dice mucho de un film, que si bien no creo que transcienda demasiado y que se olvidará, con facilidad, con los años pero que consigue algo a lo que no siempre se llega: entretener. Y, ya solo por eso, merece ser tenido en cuenta. Aunque la "mala leche" y lo políticamente incorrecto, que logró Peter Berg con "Very bad things" sea una espada de Damocles, muy difícil de superar.

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