miércoles, 11 de diciembre de 2013


CONSIDERACIONES SOBRE "EL MAYORDOMO"

Llegó con la vitola de ser una de las primeras futuras oscarizables, pero me daba bastante pereza, por ello he tardado un buen tiempo, desde su estreno, en verla. Y la verdad sea dicha. La película no aporta nada nuevo y simplemente dejándose ver, no creo que vaya a tener demasiado recorrido.
La dirige Lee Daniels, un tipo que saltó a la fama con su "opera prima" "Precious" y que intenta ser vendido como el nuevo Spike Lee. Sin ser santo de mi devoción el director neoyorkino, entiendo que tiene bastante más talento fílmico que el autor de "El chico del periódico", aunque la carga política es poseída por ambos realizadores. El problema es que aquí me interesa muy poco lo que está contando y cómo.

Se trata de la vida de uno de los mayordomos de la "Casa Blanca", que estuvo en servicio más de treinta años, conociendo a siete presidentes y viendo como cambiaba la sociedad respecto a los derechos civiles de la población negra. El problema es que todo esto lo cuenta en poco más de dos horas, por lo que apenas cada pequeño episodio no supera la mera anécdota sin que podamos profundizar un mínimo sobre las cuestiones que intenta abordar. Además se le "ve el plumero", salvando a los presidentes demócratas como adalides de la libertad, ejemplos en Kennedy y Obama y denigrando a los republicanos, de una forma bastante zafia, en especial los casos de Johnson y Nixon.
Eso si, el filme se convierte en una amalgama de cameos y apariciones esteleres como Vanessa Redgrave, Lenny Kravitz, Robin Williams de Eisenhower, un imposible Nixon de John Cusack o el impresionante Ronald Reagan de Alan Rickman. Todos cumplen.
En este capítulo han sido muy destacados su pareja protagonista; Forest Whitaker y Oprah Winfrey. Y no lo entiendo, pues es como el resto de la obra: no están mal, pero tampoco es nada que sobresalga. Whitaker se pasa todo el metraje sin mover un músculo y la Winfrey apenas sostiene su difícil papel. De verdad que no entiendo las críticas tan positivas a su interpretación. Así es la vida.
Como comentaba antes, el guión se resiente de falta de profundidad al intentar narrar demasiado lapso temporal y hay que sumar el exceso de "almibar" y acaramelamiento de toda la narración. No emociona y eso es muy malo en una cinta como esta. Es todo tan atropellado, que incluso resuelven el paso por la presidencia de Jimmy Carter con unas imágenes de archivo.
Eso si, la gran esperanza según Lee Daniels es Barack Obama, como podemos observar en el final cargado de ideología. Un presidente que comenzó impactando a la izquierda europea, casi como el nuevo Gandhi y que incluso sin hacer nada recogió, el cada vez menos serio, el Premio Nobel de la Paz. Con el tiempo y con el segundo mandato en proceso, podemos observar que no ha cerrado Guantánamo, ejecutaron a Bin Laden y no ha parado de estar en todo tipo de conflictos bélicos. ¿ No me quiero imaginar que hubiese pasado si el artífice fuera George W. Bush? Pero como ya se sabe -"Con buen padrino, uno bien se casa-". Y la opinión suele tender a la superioridad moral de la izquierda, aunque en el caso de España se esperase una especie de Fidel Castro que acabase con el sistema capitalista. Así somos. Es como cuando veo comentar sobre el nuevo Papa Francisco y la gente parece esperar un obispo latinoamericano divorciado y que siga la Teología de la Liberación. Muy extraño todo. Y lo dice un ateo.



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