martes, 26 de noviembre de 2013


CONSIDERACIONES SOBRE "INSIDIOUS: CAPÍTULO 2"

En la entrada dedicada a "Expediente Warren: The conjuring", reconocía mi incondicional pasión por su realizador James Wan, uno de los grandes nombres dentro del cine de terror de los últimos años y, para rematar, el primer capítulo de esta serie me pareció una estupenda película de terror. Pienso que esta segunda parte es una continuación muy digna, pero como es lógico, sin llegar a las cotas de su predecesora.
Uno de los grandes aciertos del señor Wan es intentar dar miedo creando atmósferas malsanas y donde detrás de cada sombra, oscuridad o puerta se esconde algo malo, que no vemos, pero si percibimos. Lo conseguía, de forma muy sobrada, en "Saw" o en el primer "Insidious" y lo llevaba hasta el paroxismo en "Expediente Warren". Aquí tiene grandes aciertos y consigue sustos muy efectivos en algunos momentos, pero dentro del aceptable tono del film, se notan defectos que lastran el devenir de los acontecimientos. Por ejemplo; el uso de subir enormemente la música para asustar no es demasiado legítimo, por otro lado la banda sonora de Joseph Bishara es muy interesante, variando los sonidos metálicos de sintetizador con buenas piezas orquestales, no se entiende el por qué tienen que ir a los lugares más aterradores de noche, existe un hospital abandonado recién sacado de la mente de algún perturbado y el grupo va a investigarlo de ¡madrugada! y lo que es peor, ¿por qué se pasean los fantasmas por la casa cuando los protagonistas no los ven, solo son vistos por el espectador?

Aún con esta rémora, James Wan vuelve a dar otro recital de como dirigir, mueve la cámara de forma extraordinaria, incluso la utiliza "al hombro", en forma de documental, cuando los "cazadores de fantasmas" están filmando con las suyas de vídeo, creando un enfoque muy efectivo. Se mueve por las diferentes estancias de la casa con suma facilidad y los exteriores son dominados, tanto en los planos fijos o en movimiento. Él es el absoluto maestro de ceremonias, que nos lleva de un lugar a otro con un ritmo adecuado, superando las limitaciones de guión, que firma el propio Wan y su habitual Leigh Whanell, con el que ha trabajado en "Saw", "Silencio desde el mal" o la anterior "Insidious" y que se reserva uno de los papeles secundarios.
Los actores cumple su cometido a la perfección, comenzando por un buen Patrick Wilson, que empieza a ser su "actor fetiche", las tres mujeres: Rose Byrne, Lin Shaye y la maravillosa Barbara Hershey, uno de mis primeros "amores cinematográficos" y los secundarios masculinos con Leigh Whanell y Angus Sampson, creando el alivio cómico y la prestancia de Steve Coulter. Una buena fotografía, aunque demasiado oscura en algunos momentos, a cargo de su "hombre de confianza" John R. Leonetti y su magistral ambientación, en éste punto es, sin duda, uno de los mejores en su faceta como director, consiguen de "Insidious 2", un producto muy bien elaborado, aunque no redondo y con algunas deficiencias, entretenido, digno y con la marca de calidad de James Wan.
Y lo más curioso, es ver la cinta en un cine vacío. Solo estaba yo. Alguna vez se había dado esta circunstancia, pero nunca con una película de terror. La sensación es extraña pero sugerente. Eso sí, recordé con la buena compañía con la que vi la primera parte y, como es lógico, pensé que es más grato poder compartir estos momentos con alguien. No vale cualquiera, "mejor solo que mal acompañado", pero hay personas interesantes que descubrir. No es bueno hacer tantas cosas en solitario. O sí, ¿quien sabe?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario