lunes, 23 de septiembre de 2013



CONSIDERACIONES SOBRE "RUSH"

Una de las sorpresas de lo que llevamos de año. Película de la que no esperaba casi nada y que pienso que se puede convertir con el tiempo en la cinta definitiva sobre los deportes a motor; en este caso, el automovilismo. Muchísimas virtudes, muy pocos defectos, un guión excelente y un ritmo admirable consiguen este estupendo título llamado "Rush".
Y tengo que empezar justificando mi afirmación tan categórica de por qué no esperaba nada. Su director Ron Howard me parece un realizador muy irregular, con filmes muy notables en casi cualquier género, otras correctas, unas cuantas más bastante mediocres y alguna bastante mala. No en vano, en su extensa filmografía conviven desde "Cocoon", "Willow", "Un horizonte muy lejano", "Una mente maravillosa" (con la que ganó el Oscar) pasando por "El grinch" o "El código Da Vinci". Es decir, uno de esos artesanos muy interesado en crear "taquillazos". A pesar de su buen "Frost contra Nixon", pienso que con "Rush" firma la hasta ahora su mejor película, pues todo funciona como un "reloj suizo".

Y mucho se lo debe al excepcional guión de Peter Morgan con el que ya había trabajado en "Frost contra Nixon" y al que se le debe también "The queen". La historia de rivalidad entre Niki Lauda y James Hunt es tratada con un punto de vista acertado, sin caer en maniqueismos y que por lo tanto comprendamos a los personajes con sus cosas buenas y malas, con sus comprensibles reacciones humanas. Contribuye el enorme tino con el casting, pues tanto Chris Hemsworth, como el mujeriego, juerguista y auténtico "macho alfa" James Hunt y el huraño, antipático, metódico y genial Niki Lauda de Daniel Brühl conforman un auténtico duelo interpretativo, del cual salen muy bien parados ambos. A esto hay que unir, unos secundarios que funcionan a la perfección.
Además hay que sumar una extraordinaria ambientación de los circuitos en los años setenta y la fotografía colorista y muy afortunada de Anthony Dod Mantle, habitual de Danny Boyle, con el que ganó el Oscar con "Slumdog millionaire" y del que hablamos aquí con el estreno de "Trance". Tenemos además una bonita historia de superación personal, que tanto gusta a Howard" y a pesar de saber lo que ocurrirá, no resta un ápice la emoción de su endiablado ritmo.
Y esto último me ha resultado muy divertido, pues para nada soy aficionado a la Fórmula 1 y sabía del accidente de Niki Lauda que casi le cuesta la vida. Y no lo soy porque me aburre mortalmente, un deporte donde suele ganar el que mejor coche tiene, y no el mejor piloto, en alguna ocasión he intentado ver un gran premio y apenas se ven adelantamientos y todo se limita a dar vueltas y más vueltas sin que suela suceder nada interesante. Se que es una limitación mía, pero no lo puedo evitar.
Aún así y sin interesarme el tema, la película ha conseguido emocionarme y he comprendido un poco más la grandeza de este deporte. Por ello, comenzaba en la introducción diciendo que me parece la cinta definitiva sobre el automovilismo, cetro que hasta ahora pienso que poseía el "Gran Prix" de John Frankenheimer.
Divertido esto de los filmes definitivos sobre deportes, en donde estarían "Hoosiers" y el baloncesto, "El mejor" y el baseball o "Carros de fuego" y el atletismo. Falta una sobre fútbol o tenis, que son los deportes que más he practicado y a los que sigo jugando, cuando las lesiones me lo permiten. La edad. Los años que no perdonan.

2 comentarios:

  1. A mí también me aburre soberanamente la Fórmula!. Opino igual qué tú: no le encuentro ninguna emoción. Es más, ignoro por qué aparece en la sección de Deportes de los periódicos cuando no tiene nada de de deportivo: estar sentado todo el rato en una máquina sin hacer ejercicio. Por cierto, hice un vídeo sobre esta peli en Orbyt y, la verdad, me interesó la adaptación de los setenta y el duelo interpretativo. No me la perderé.

    Arbalejo

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