lunes, 24 de diciembre de 2012



 CONSIDERACIONES SOBRE "LA TRILOGÍA DEL PADRINO"

De vez en cuando me reúno, junto a unos buenos amigos, para ver cine, concretamente un pequeño maratón que suele constar de como mínimo tres películas de temática similar, cine clásico o reciente. Así es como hemos acabado con sesiones de aventuras, el "Shoah" de Lanzmann seguido (y son unas diez horas de documental), de amores imposibles, gore o cine de terror. Ver seguido la trilogía de "El padrino" acompañado de los spaguetti con albóndigas que prepara Clemenza en la primera parte era una de nuestras más antiguas ambiciones, por lo que nos hacía especial ilusión está reunión.
Comenzábamos sobre las 11 de la mañana con la primera parte, que Francis Ford Coppola rodaba en 1972. Como bien apuntó uno de los presentes, la historia es Maquievelo filmado, todos los movimientos de los personajes están milimétricamente pensados y así las traiciones, intrigas o asesinatos no tienen, en absoluto, un carácter personal, son únicamente negocios. Por eso adquiere más contundencia esa frase convertida en icono de D. Corleone; -Tengo una oferta que no podrá rechazar-.
A esto tenemos que sumar, la lección de dirección de Coppola, como acerca y aleja la cámara "a voluntad", esas conversaciones sin plano-contraplano, donde son los personajes los que se mueven e incluso aparecen de espaldas. Interpretaciones de la antigua escuela y la fotografía de Gordon Willis que es prodigiosa. Película memorable que disfrutamos con un tinto de Apulia de 2007 que llevaba el precioso nombre de "Nostalgia". Un vino algo terroso que nos transporto a Sicilia de la mano de esta obra maestra.
Antes del inicio de la segunda parte, teníamos pensado comer la receta que Clemenza prepara en unos de las secuencias más celebradas en alguna de nuestras noches "poco cristianas" por los bares de Madrid.



La comida fue llamada, como no podía ser llamada de otra manera, "Spaguetti con albóndigas a la Clemenza". Traíamos la salsa con las albóndigas, ya preparadas por uno de los comensales que se elaboran con carne picada de ternera y cerdo, harina, leche,ajo, azúcar y queso parmesano. Una vez pasadas por la sartén se mezclan con la salsa de tomate,vino tinto y pimiento. Una vez cocida la pasta "al dente", las acompañamos con un Chianti Piccini de 2011 toscano. El resultado sublime.
La segunda parte de 1974, es un prodigio de puesta en escena, con ese montaje paralelo que une las historias del ascenso de Vito Corleone y, por otro lado, Michael Corleone.Las secuencias en Sicilia con la primera esposa de Michael y las memorables ambientadas en Cuba, aunque se rodó en Santo Domingo, explican mucho sobre la historia de la Mafia. Especial es el personaje de Hyman Roth, interpretado de forma magistral por Lee Stasberg, todo un compendio de "intrigante", casi tanto como alguna criatura shakesperiana.

El colofón a la velada, es ese canto a la culpa y la redención en que se convierte la tercera parte dirigida en 1990, su ambientación en el Vaticano, potencia de forma magistral esa idea católica de como redimir los pecados propios. La confesión de Michael al Cardenal Lamberto, posteriormente Juan Pablo I, es de las que no se olvidan. A pesar de no ser tan perfecta como sus predecesoras, es más que un digno final a la trilogía y observando que ese año el Oscar a la mejor película fue a parar a "Bailando con lobos", la estupefacción es manifiesta al cabo del tiempo.
Los únicos que estuvieron en toda la trilogía son Francis Ford Coppola como director y guionista, acompañado de Mario Puzo, a la sazón autor de la novela, Gordon Willis en la fotografía, Nino Rota en la banda sonora y algunos actores; Al Pacino, Diane Keaton y Talia Shire.



Espero seguir con esa tradición cinéfila, de estos pequeños maratones con amigos y es que con los años siempre acabamos en ese pequeño rincón hedonista que es la buena compañía.






2 comentarios:

  1. Me ha encantado lo de los spaguetti con albóndigas a la Clemenza.

    Y creo que por los temas que tratas, merecería dedicar unos minutos a revisar posibles erratas (que, conociéndote, me temo que muchas de ellas serán culpa del autocorrector): "De vez en cuÁndo me reUno", "nos hacía especial ilusión estÁ reunión", "ComenzAbamos sobre las 11", "están milimEtricamente pensados", "no tienen, en absoluto, un carActer personal", etc., etc.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus palabras.
    Tienes toda la razón, esta entrada, en concreto, la escribí en muy poco tiempo, al ser día de nochebuena y no la repasé.
    Un saludo.

    ResponderEliminar