viernes, 21 de diciembre de 2012




CONSIDERACIONES SOBRE "EL LEÓN EN INVIERNO"


Llegamos al tiempo de Navidad y no tenía muy claro sobre que película o novela quería escribir. Algo clásico y de buenos sentimientos, tipo "Qué bello es vivir" de Frank Capra o "Cuento de Navidad" de Charles Dickens o algo más sombrío del gusto de Tim Burton, como "Pesadilla antes de Navidad" o "Eduardo Manostijeras". Pero mi estado de ánimo actual y el hecho de que la confrontación constante es lo habitual en la España en este último año, me hacen decantarme por ese clásico llamado "El león en invierno".

La historia se desarrolla en la Navidad de 1183 y en ella descubrimos todas las confabulaciones, intrigas, dobles y triples alianzas, odios y rivalidades en el clan de los Plantagenet. El cabeza de familia es el rey Enrique II de Inglaterra, casado con Leonor de Aquitania, a la que tiene encerrada en la torre de Salisbury, de donde solo puede salir en fechas señaladas. Conoce a la amante del monarca, la joven heredera gala Alais, educada por ella y prometida en matrimonio al heredero al trono. Tras la muerte del hijo mayor, Enrique, quedan disputándose la corona los tres restantes, Ricardo, Jorge y Juan.
La película está basada en la obra teatral de James Goldman, que también firma el guión y me parece estupenda toda su compleja narrativa, ya que todos los personajes son mezquinos y malvados, llenos de vicio y ansias de poder. Esta almas corruptas juegan con el sarcasmo, con la ironía, los juegos de palabras y el rencor más encarnizado para conseguir sus abyectos fines, que no son otros que molestar al enemigo, sea el padre, la madre o los hijos.
Anthony Harvey la adaptó en 1968 y está dirigida de forma solvente, a pesar, de algunos "zooms" muy molestos. aquí se descubren para la interpretación a Anthony Hopkins o Timothy Dalton, pero brillan con luz propia, inundan la pantalla con cada aparición, los dos protagonistas; Katharine Hepburn y Peter O´Toole, este último repitiendo al mismo personaje que en "Beckett".
Otro punto que me sorprende es la dirección artística, ya que se evita, a proposito, el lujo y el boato de otras producciones y así una capa y una corona, distinguen al todopoderoso monarca del mas humilde campesino. eso sitúa el plano moral a la misma altura,para todos los personajes, por lo que podemos disfrutar con los malos sentimientos de tan antipáticos antagonistas. El resto del plano técnico es impecable;cuidada fotografía y una buena banda sonora de John Barry.
Creo que no se puede definir mejor estas fechas que con esta película, ya que así somos los humanos y aunque creamos que en una época concreta del año podamos ser mejores personas, más pronto que tarde aflorará todo nuestro catálogo de defectos e imperfecciones, la envidia y el odio al semejante. Como a nadie le gusta admitir sus errores, seguiremos perseverando en convertirnos en seres egoistas, ambiciosos y piezas bien engrasadas del engranaje de la maquinaria actual que es la vida en sociedad. Aún así creeremos que somos libres y buenos ciudadanos. Felicidad a todos, a pesar de la falta de frío.



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